viernes, 30 de noviembre de 2012

Record-mendaciones



The 2nd Law de Muse. Que Muse es ya la banda referencia del Reino Unido es un grito a voces y una realidad, incluso por encima de Cold Play, que ya es decir. Nos encontramos con una obra épica en el sentido más literal del término. A lo mejor no es el mejor disco del trío, pero es un trabajo especial que ha ido conduciendo el sonido de la musa hacia un experimento de efecto pop rock progresivo donde hay para todos los gustos: desde la declaración de intenciones que supone el arranque intenso de Supremacy hasta la ochentera tipo INXS Panic Station; desde la olímpica Survival hasta las hímnicas, aunque demasiado extensas, The 2nd Law I y II, pasando por la bailonga y revientagargantas Follow me. Seguro que los estadios se llenarán hasta la bandera. ¿Serán capaces de mantener esta línea?




The Connection de Papa Roach. Después de asistir a la incursión en los últimos años de la música electrónica en el rock y tras leer la entrevista realizada por Rockzone a esta banda, muy poco esperábamos del resultado de este disco. Temíamos toparnos con la torpeza de A Thousand Suns de Linkin´ Park o The Path of Totality de Korn. Pero ni rastro de esas expectativas: los toques electrónicos aparecen lo justo para enriquecer el sonido fresco y divertido que este grupo demostró desde siempre. Lo más destacado: el sonido brutal de la batería y Jacoby Shaddix, que parece haber querido darlo todo antes de que próximamente sea operado de sus cuerdas vocales.




Black Traffic de Skunk Anansie. Su último disco es atemporal, no sabríamos si colocarlo en el año 1987 o en 2024. Un trabajo de contundente sonido en el que no sobra canción alguna, sin ningún bajón y con un estilo que ya habíamos catado en discos como Stoosh. Skin, la cantante, parece tener el mismo ADN de Grace Jones, un cruce entre una pantera negra y la mujer de ébano, que aporta un toque muy personal a la voz. No te dejará indiferente.




House of Gold & Bones - Part 1 de Stone Sour. La vuelta a los ruedos de esta banda que fundaron dos miembros de lo que sería posteriormente Slipknot nos presenta un disco que parte de una historia escrita por el propio Corey Taylor. ¿Un disco conceptual para impresionar a las masas, para dárselas de intelectuales? Ellos mismos lo encuadran entre el Dirt de Alice In Chains y The Wall de Pink Floyd. No será para tanto. Pero, ¡qué más da! Una excusa como otra cualquiera para encañonarnos con un fantástico álbum lleno de grandes temas. Gran tributo al metal de los 80 y 90 con un Taylor que muestra su lado más melódico. ¡Qué gozada los estribillos de Tired o Absolute Zero!




Flying Colors de Flying Colors. Imprescindible. Magnífica portada. Ver reseña aquí.




III de Toundra. Si hay una banda que ha destacado dentro del panorama nacional independiente en los últimos años, esa es Toundra. Que se les solicite en países como Francia o Polonia no es una casualidad, sino el resultado de un trabajo hecho con gusto, fruto de la inspiración de estos madrileños. Tal y como ya se vislumbraba en su primer disco, dejan volar su imaginación a través de un rock instrumental para sumergirnos en unas atmósferas impredecibles y embrujadoras. Junto con otras bandas como Morgana Vs. Morgana o Exxasens, por primera vez nuestras fronteras aparecen remarcadas dentro del mapa mundial experimental.




Omertá de Adrenaline Mob. Disco con el que el metal da un puñetazo sobre la mesa y demuestra a sus detractores que este género sale victorioso, cuando se lo propone, ante cualquier moda pasajera. Unión de varias estrellas de esta escena que presentan unos riffs contundentes que no escuchábamos desde los añorados Disturbed y con los que es muy difícil no marcarse un headbanging. Pongamos como ejemplos Indifferent o Undaunted. Imposible no disfrutar con la precisión en las baquetas del señor Portnoy y con la balada que siempre es necesaria en este tipo de discos, All on the line:






XXX de Asia. La banda de progresivo más comercial no nos sorprende por cambio de estilo. Parece que los años no hayan pasado por ellos y cuando nos venimos a dar cuenta, ya estamos a mitad de álbum tarareando bajo falsete algunas de sus dulces melodías. Un caramelito que no debemos despreciar.




Fire Make Thunder de OSI. El proyecto musical de Kevin Moore y Jim Matheos nos viene regalando desde 2003, y cada tres años, universos musicales que bien podrían formar parte de la banda sonora de una película oscura. Una música diferente para oídos selectos que buscan sonidos metaleros, pero relajados, que te trasladan a situaciones invernales muy propias para abrigarse y tomar una copa de vino. Sin que llegue a alcanzar el nivel del álbum Free, no desentona en absoluto con la línea marcada allí, como se demuestra desde el primer corte Cold Call. No está nada mal para un disco creado en los ratos libres que les dejan a estos músicos sus principales ocupaciones.




Damage Control de Jeff Scott Soto. El AOR es el estilo que manda en este disco y que podemos degustar desde la primera canción Give a little more o en la propia Damage control. Un hard rock melódico lleno de estribillos pegadizos con frecuentes puentes hacia un tono más alto que hacen recordar a los mejores Bon Jovi. La elección de este disco no se debe tanto a su brillantez como a querer destacar la figura de este artista de origen latino que posee unas portentosa y educada voz. Entre su currículum destaca su trabajo con Yngwie Malmsteen, Axel Rudi Pell, Talisman o el haber prestado sus cuerdas vocales al grupo ficticio creado para la película Rockstar.
Con una de las canciones centrales de esa película lo damos por presentado.



2 comentarios:

  1. Muchas gracias por las recomendaciones (record-mendaciones, qué bueno, jeje). Me apunto las que aún no conozco como tarea de Navidad.

    A estas alturas de año son muchos los sitios donde se recogen "los/las 10 mejores ___ del año". ¿Por qué siempre 10? Si fuéramos justos, habría años en que la selección sería un conjunto de 8, otros de 11... ¿No crees? Me pica la curiosidad. ¿Te salieron 10 por casualidad o lo forzaste un poquito?

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  2. En realidad tenía 9, pero mientras escribía esta entrada escuchaba a Soto y, sin pensarlo, lo metí. Oía el disco de este hombre y el AOR de los 80 me subió por las venas, esas notas dulcemente distorsionadas que tanto me atraen... Pensé que solo era audible el típico single, pero no fue así. La verdad es que luego pensé: "Bueno, diez como siempre, pues vale...". También deseché otros que aún no he escuchado lo suficiente, como el Monster de Kiss y otros que me hubiese gustado catar para darles la oportunidad de incluirlos (o machacarlos)como lo nuevo de Soundgarden. Oye, ¿y por qué no añades tú (o añaden ustedes) algún otro u otros para yo tomar nota también?

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