lunes, 8 de octubre de 2018

El Faro de la Atlántida: La niebla y la doncella





Vuelve el Faro de la Atlántida en una segunda temporada que comienza con un viaje a La Gomera, buscando desentrañar un crimen cubierto en un denso velo de misterio.

Para hablar de La niebla y la doncella (2017), su director y guionista Andrés Koppel ha tenido la gentileza de subirse al Faro con Vikowski y Deif, para comentar, no solo los entresijos del rodaje, sino también compartir su perspectiva acerca de su trayectoria profesional, su pasión por el cine y, sobre todo, una enorme humanidad que bulle en cada palabra.

El Faro de la Atlántida emerge en uno de sus programas más especiales que cumple su principal premisa: Canarias como razón, escenario y sentido de este podcast.

Puedes escuchar el programa aquí.

jueves, 2 de agosto de 2018

El Faro de la Atlántida: Cobra Kai + Iron Maiden (Seventh Son of A Seventh Son)





Último programa en el que Vikowski y Deif repasan una de las sorpresas más agradables del año televisivo: la adictiva Cobra Kai; suben el volumen del radiocasete para celebrar 30 años del “Seventh Son Of A Seventh Son” de los incombustibles Iron Maiden y reflexionan sobre lo que ha sido esta primera incursión en la Podcastfera.

Puedes escuchar el programa aquí.


miércoles, 2 de mayo de 2018

El Faro de la Atlántida: Esta casa es una ruina + Mötley Crüe (podcast)



En este programa del Faro de la Atlántida se inaugura nueva sección dedicada al maravilloso mundo de los videoclubs en la que Ernesto, Fausto y Deif, aparte de hablar de la mítica "Esta casa es una ruina" (1986), recuerdan sus andanzas en aquellos mágicos lugares.
También vuelve la sección musical "Don´t Stop Believin", esta vez, para que Deif y Vikowski se sumerjan en la discografía de los chicos malos del rock n´roll, los Mötley Crüe.
Comedia en VHS y hard rock envuelto en fuego, sangre y laca en el Faro de la Atlántida.
¡No se lo pierdan!

miércoles, 31 de enero de 2018

The End of The F***ing Comedy

Dos hechos nos han revelado en las últimas semanas algo que llevábamos sospechando hace mucho.

El primer hecho es un programa televisivo dedicado a la figura de un genio, Miguel Gila.



En la serie de documentales Imprescindibles, RTVE ha elegido a esta ineludible persona y personaje, y nos ha presentado al gran humorista bajo el subtítulo de Gila nunca fue serio. Lo primero que se nos viene a la cabeza es que los redactores estaban haciendo uso de la ironía con este subtítulo. Quizás podamos pensar (o no) que la lectura se ha hecho de forma literal, que la intención era separar el personaje de la persona. Sin embargo, una vez que visualizamos el magnífico trabajo de este genio, nos damos cuenta de que Gila realizaba el mejor de los análisis sobre la realidad que le tocó vivir que, sin forzar en exceso, nos resulta un análisis muy parecido al actual. Nada ha cambiado en esencia. Nada ha cambiado, salvo que Gila podría llevarse en la actualidad algún disgusto con las autoridades. Qué curioso y qué anacrónico. 



El segundo hecho nos remite a la serie de Netflix The End of The F***ing World.

La serie, aparentemente dirigida a un público juvenil, es tan cómicamente cruel que refleja perfectamente la realidad, cual espejo enorme del escenario del mundo. Muestra nuestros instintos básicos, nuestras acciones controladas absolutamente por el poder del interés propio. Pero también muestra un ápice de salvación, sin moralinas. 



Las evidencias son muy claras. Vivimos en un país tosco, literal. Tan literal que confundimos realidad con ficción. Intentamos trasladar la realidad a la ficción, cuando realmente lo que hay que hacer es buscar la analogía que resulta de la ficción.

Este país ha postergado definitivamente el significado de ficción de la misma manera que ha perdido por completo el sentido del humor y ha olvidado totalmente su función, que no es solo hacer reír. La ficción y el humor nos dan la descripción detallada de esa realidad, pero no es la realidad. Tanto la ficción como el humor nos aportan diferentes enfoques y posibles soluciones. Son teorías muy serias que nadie se atreve a llevar a cabo porque no interesan. Y es una lástima que la mayoría de nosotros no se las tome en serio.

PD: Afortunadamente, el relevo generacional nos ha aportado cómicos como Ignatius Farray, quien se atreve a apostar irónica e irreverentemente por El fin de la comedia.