miércoles, 22 de julio de 2015

Perr(l)as de música: liposucción musical para Cenicienta en el espacio exterior


Mystoria de Amplifier (2014): liposucción musical. Parte de la crítica ha caído en lo fácil con este último trabajo de la banda de Manchester: han querido analizarla haciendo comparaciones con su magistral Octopus. Craso error. Dos cosas solo son comparables en el mismo contexto. Como ellos mismos han declarado, lo que querían era volver a sus raíces, "desarrollado un nuevo concepto, una fórmula sin sentido; podríamos llamarlo liposucción musical". Y así es. Y la verdad es que les ha salido fantástico, digan lo que digan algunos críticos. Una vez se haya empezado a escuchar esta grabación no se puede parar. Se trasciende lo progresivo y se ilumina con flashes de stoner, space o incluso blues y riffes del metal más melódico en busca de una aparente sencillez (Named After Rocky)En definitiva, un disco con una trabajada composición (en la que destaca esta vez una formidable ejecución de batería) de la que se elimina todo detalle innecesario y todo lo que pueda oler a lo que ya está hecho, dejando una gran pureza musical (véase la juguetona Cat´s Cradle). Mientras no aparezcan los Porcupine Tree con nuevo álbum, aquí está el grupo.





Cannibals de Richie Kotzen (2015): savoir faire. Este es otro "zas en toda la boca" para los "pesaditos" que se pasan media vida diciendo que estos músicos virtuosos solo hacen música para otros músicos, sin haber escuchado ni una nota de sus producciones. Aquí tenemos a un tipo que, después de grabar un enorme disco con The Winery Dogs y realizar una exitosa gira mundial, da a luz este delicioso disco de rhythm and blues y soul (con un toquecito de country y un puntito de rock), que podemos catar en delicias como In an instant. Otra etiqueta (de las de gama alta) para su extensísima producción individual y en otras bandas como la citada anteriormente, Mr. Big o Poison.






... The Stories We Could Tell de Mr. Big (2014): la sonrisa de la Cenicienta. Si bien este trabajo no supera su anterior What if..., aquí ha vuelto el Gran Señor a demostrarnos la habilidad musical hardrockera que poseen sus miembros. Las facultades instrumentales y vocales siguen tal cual, deslumbrantes. Un disco bastante comercial que arranca en cuarta velocidad con temas como Gotta Love The Ride y Forget To Breathe para hacer una estación en baladas como The Man Who Has Everything y en las que sobresale el buen hacer a la voz de Eric Martin. Monster In Me nos trae frescura con un riff guitarrero de Paul Gilbert y una base de bajo de Billy Sheeham que nos recuerda a algunas creaciones de Nuno Bethencourt en aquel entrañable Pornograffiti de Extreme. Después de pasar por los clásicos sonidos de la banda, nos vuelven a dar un empujón con la blusera Cinderella Smile para decidir que nos quedamos satisfechos de este trabajo. En fin, buen hard rock para todos los gustos.





Gravitas de Asia (2014): levitando en el espacio. Dos años después de lanzar su buen XXX, volvieron a la carga estos incombustibles que no se cansan de producir temas melódicos en la onda AOR progresiva, muchísimo más centrados en lo primero que en lo segundo. A Geoff Downes, John Wetton y Carl Palmer se les ha unido un joven guitarrista, Sam Coulson, un descubrimiento de Paul Gilbert que tiene la responsabilidad y el enorme placer de sustituir a nada menos que a Steve Howe. El trabajo es de los que podemos calificar de "no sorprendente, pero muy gratificante"; de los de poner en el coche para un largo y tranquilo recorrido.