El último disco de Whitesnake podrá
ser criticado por no ser un disco de nuevas canciones. Hasta ahí todo correcto.
Pero dos hechos son indudables.
El primero es que ha despertado en
muchos algunos recuerdos (olvidados o en barbecho) y en otros tantos ha abierto
la posibilidad de conocer y acercarse a la obra de una de las mejores bandas de
la historia del rock: Deep Purple. La banda precursora de varios subgéneros del
rock, la banda más ruidosa del mundo, la primera banda de rock en tocar junto a
una orquesta, la primera en traspasar el Telón de Acero en plena Guerra Fría,
la primera que usó una aeronave propia para trasladarse a un concierto, la
banda que grabó y difundió la primera película de un concierto musical de larga
duración...
Mural de David Coverdale en Bulgaria
El segundo hecho es volver a poner
una vez más en el panorama mundial a otra banda que comanda y dirige el
frontman David Coverdale, quien ha comenzado en mayo de este año una demencial
gira de 82 actuaciones (prácticamente, una cada noche) por EEUU, Japón y
Europa, que finalizará en diciembre (de momento). La idea es promocionar este
lanzamiento que rememora momentos mágicos de la historia del rock con
mayúsculas y sumar a estas actuaciones los ya clásicos de la banda de la
serpiente blanca.
El resultado de esta obra (The
Purple Album) es una revisión, a modo de "Greatest Hits", de la etapa del inglés como
cantante de los Purple. Probablemente no haya ningún tema que destaque
sobre el original, pero sí que la elección está hecha a conciencia y la
instrumentación, más la actual voz desgastada de Coverdale, aporta matices
diferentes que son muy bien recibidos. En efecto, la voz del de Yorkshire ya no
es la misma pero, teniendo en cuenta que el instrumento de la voz es el único
que se desgasta con el tiempo, aún sigue conservando detalles de antaño.
Centrémonos y veamos a qué etapa de
la larguísima y cambiante vida de los Purple nos referimos.
Hacia 1973 la grandiosa banda pasaba
por unos momentos tortuosos: la lucha de egos se había acrecentado y Ian Gillan
no estaba por la labor de continuar el camino marcado en ese momento por el
superego de Ritchie Blackmore. La marcha de Gillan llevó aparejada la de Roger
Glover. Se descomponía la famosa y mejor alineación de Deep Purple, más
conocida como "Mark II". La banda se completaba con los pesos pesados
Ian Paice y el tristemente desaparecido Jon Lord. Un plantel que parecía irreemplazable,
en el que la suma de sus partes era tan asombrosa como el resultado del todo.
Mark II
¿Quiénes serían capaces de ocupar
esos puestos? Glenn Hughes (en Trapeze en aquel momento) era perfecto para el
puesto por su versatilidad: tocaba extraordinariamente el bajo y poseía una
gran voz cargada de rock y de soul. El objetivo era buscar a alguien que se
fundiera a la perfección en ese telón de fondo. Al mismísimo Paul Rodgers le
temblaron las piernas cuando se lo propusieron y no pudo aceptar. David, un
chico que vendía pantalones en una boutique y al que le gustaba esto del rock,
había enviado una defectuosa demo al anuncio que los miembros de Deep Purple habían
publicado buscando vocalista. Sorprendentemente, David fue elegido. Jon Lord
argumentó que en aquella grabación "había cinco segundos en los que su voz
se elevaba y demostraba algo". Así es, esa es la virtud de Coverdale, una
voz llena de rock y mucho blues, una voz que en un imperceptible espacio de
tiempo pasa del susurro al aullido, como una bendición.
Mark III
La complementación entre Coverdale y
Hughes fue perfecta. Se subieron al escenario y la química empezó a funcionar.
Más de 260000 personas, que se dice pronto, se reunieron en California para ver
la nueva alineación. Y cayeron rendidos ante el embrujo.
Se había armado la "Mark
III", una formación que grabó, pese a quien le pese, dos grandes
discos: Burn y Stormbringer, ambos de 1974. Quizás no sean las mejores obras de
los Purple, pero ahí quedaron registrados temas tan importantes en su
trayectoria como Burn, You Fool No One, Mistreated, Stormbringer o Soldier Of Fortune (canción con la que Coverdale suele
acabar a capella sus espectáculos).
Después de estas grabaciones, el ínclito Blackmore huyó espantado por la
dirección musical que tomaba el grupo. Su ego no podía soportar la intromisión
en el protagonismo que estaba perdiendo: demasiado blues, soul y funky para él.
Todo el mundo pensó que la banda se
desmembraría sin la presencia del "jefecito", pero no fue así. Aún
hubo tiempo para formar la "Mark IV", junto al malogrado Tommy Bolin, y grabar Come
Taste The Band, un trabajo mucho más comercial que los anteriormente realizados,
pero con muchísima calidad. Prueba de ello fueron los éxitos Comin´ Home, Lady
Luck o la erizante You Keep On Moving.
Pero la adicción a la heroína del
jovencísimo Bolin no era compatible con el rendimiento en el escenario y el
castillo de naipes se fue cayendo. El resto de miembros ya lo sabía y empezaron
a preparar sus proyectos por separado. David Coverdale comenzaría una nueva
carrera, al principio un tanto irregular e impulsada por la inercia de su paso
por Deep Purple. Cuando por fin tomó el rumbo adecuado y aclaró hacia dónde se
dirigía, la constancia y el empecinamiento le depararon grandes éxitos en el
futuro, aunque no le faltaron las piedras en el camino.
Pero esa es otra historia.
Hola Victor
ResponderEliminarUn saludo desde Gasteiiz
Siempre feliz cuando se reivindica a una banda que ha sido tan importante para la historia del rock.
Cierto que el Mark III no es la formación más "gloriosa" de Purple, que sería el Mark II (Gillan, Blackmore, Lord, Glover, Paice), pero es una formación magnífica y excitante.
A mí particularmente me gustan Burn y Stormbringer, aunque todos los álbumes son interesantes.
Si alguien quiere escuchar el tema Burn en directo, a día de hoy tiene 3 opciones, amen de versiones y tributos:
1) Concierto de los Whitesnake, en la gira de su actual Purple Album.
2) Concierto de Glenn Hughes, que entre otros temazos hace éste.
3) Concierto de Joe Lynn Turner, que también lo mete en su set, de manera un poco menos justificable.
Para acabar, decir que no pierdo la esperanza de escucharlo interpretar a la guitarra del gran Blackmore en directo. ¿Tal vez en el verano de 2016?
Completísimo artículo. En pocos párrafos se resume perfectamente la época más oscura de la saga Purple, donde se incluyen verdaderos himnos de la historia del rock. Me falta la memción al directo Made in Europe, que me encanta.
ResponderEliminarLo mismo opino que el anterior interviniente, el así llamado gavitana. El comentario de Karlos también muy apropiado.
ResponderEliminarGran artículo sobe una de mis grupos favoritos de siempre.
¡¡Enhorabuena por el blog y a seguir creciendo!!
Gracias por los comentarios y no dejen de pasarse por aquí. Long live rock 'n' roll
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