Si miramos atrás en los andenes la imagen permanece como una promesa
Un toque de canela es un inquietante drama cómico
lleno de simbolismos que descubre en su trasfondo los problemas históricos
entre los pueblos griego y turco. La historia se repite: muchas familias
tuvieron que separarse para no volver a verse en muchos años. Los turcos
expulsan a los griegos de Estambul por ser griegos y los griegos reciben a
estos como turcos. Decidir entre tu padre o tu madre, escoger convertirte a
otra religión o poner las creencias e ideales por encima de todo. Demencial,
pero real. La triste y vieja historia.
Con la temática
gastronómica en forma de metáfora de la vida misma, la obra recuerda la
estructura y receta utilizada por la mexicana Como agua para chocolate.
La madurez actual del
protagonista Fanis nos remite al recuerdo de su infancia y a la preparación de
cualquier comida que se precie.
Los entrantes suponen
las primeras lecciones culinarias de su abuelo Vassilis, o lo que es lo mismo,
las primeras lecciones de la vida. Vassilis enseña
a Fanis (g)astronomía a través de un juego etimológico constante a lo largo de
todo el largometraje. Ese detalle lúdico aparece tras el velo de un realismo
mágico oriental que nos transporta a pasajes de Las mil y una noches. La guinda de este periodo lo pone la adorable
Saime, la niña que baila para Fanis.
Tenía la habilidad de evocar sin provocar
El plato principal
coincide con el momento de brillantez de
un joven capaz de afrontar la vida de otra manera distinta a la de los demás y crear
platos sospechosamente deliciosos. Y ya se sabe, los necios mundanos se
conjuran contra el genio.
Los postres suponen el
reencuentro de Fanis con los valores tradicionales de la familia, la vuelta al pasado
desde la perspectiva actual, una visión deformada del recuerdo que se mantiene
intacto. Así se lo hace saber su tío, un experimentado capitán de barco: «Hay dos tipos de viajeros en la vida:
aquellos que parten y aquellos que retornan; los primeros miran el mapa, los
segundos miran al espejo». ¿Seguirá
siendo todo igual?
Magistrales saltos
temporales utilizados por el director dan linealidad a la historia más que
hacernos perder el hilo narrativo. Como ejemplo, la escena en la que Fanis ayuda
a un anciano a encender la vela en un templo ortodoxo, tal como había hecho su
abuelo Vassilis con él treinta años antes.
La película inunda
nuestros sentidos, sobre todo el olfato y el gusto, cosa extraña para un arte
que casi siempre entra por los ojos. Las especias en la comida es lo que
diferencia un plato de otro. La canela tiene el poder de hacer que las personas
se miren a los ojos. Tiene el sabor del pezón que amamanta al recién nacido (y
también al adulto). Es el sabor femenino por excelencia: dulce y amargo. Sí, la
canela es lo más importante de todo, o lo es la astronomía, o lo es el amor.
Me la recomendaste hace tiempo y aún no la he visto. Lo haré y esta entrada me ayudará a entenderla mejor.
ResponderEliminarQue bien que has puesto el gadget de seguidores, ahora podré enlazar tu blog.
Mientras te cuentan una historia irás oliendo aromas de lejanas tierras. Que la disfrutes.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión, estoy totalmente de acuerdo. Mi plato recomendado...perdón, peli..."Comer, beber, amar". Ra.
ResponderEliminarTres cosas hay en la vida...
ResponderEliminarUna película mágica, sin duda. Con esta entrada me han llegado esos aromas, esa relación entre niño y adulto, esa vida que a veces nos olvidamos de condimentar, los reencuentros, el amor, la fuerza de la familia, las dificultades del camino, sus magníficas imágenes, ...todo condimentado con unas buenas especias, un toque de humor y unas pinceladas de astronomía. ¿Qué más se puede pedir?
ResponderEliminarHace bastante tiempo que la vi, mejor dicho la disfruté, y creo que es hora de volver a hacerlo.
Gracias por esos comentarios que bien podrían haber formado parte de esta entrada.
ResponderEliminarUna de mis preferidas, la gastronomía y la astronomía. A mi particularmente me encanta la secuencia del sistema solar en que cada especia es un planeta. Y una banda sonora tan dulce y tan intensa que te transporta a esas tierras y situaciones. Un amante que quisiera para mi, una casa de muñecas,..todo detalles.
ResponderEliminarSí, multitud de detalles y aromas inundan esta historia. Cada especia un planeta. No hay mejor forma de aprender que darle nombre a algo con otro nombre más cercano a cada realidad.
ResponderEliminaruna prueba
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