Prayers
for the Damned Vol. 1 de Sixx: A.M. El rock moderno que se presentó
hace ya varios años con Heroin Diaries Soundtrack, y continuó con
This Is Gonna Hurt y Modern Vintage, sigue adelante, sumando
producciones brillantes, comandadas por un icono del rock como es
Nikki Sixx y sustentadas por una tripulación más que aconsejable
(el productor y cantante James Michael y DJ Ashba, a la guitarra).
Ideas sugerentes con estribillos pegadizos con un porcentaje justo de
comercialidad, que invitan al movimiento corporal y al tarareo. Se
les nota muy convencidos y cómodos con el asunto, que no era cosa de
un experimento pasajero o una vía de escape para Nikki: el proyecto
es una realidad como grupo. Y Nikki está que se sale: por un lado,
acaba de presentar la película Mötley Crüe: The End; por otro,
trabaja en el lanzamiento de la segunda parte de este disco,
Prayers for the Blessed Vol. 2, que será presentado en breve.
Black
Star Riders. O lo que es lo mismo, la banda tributo a Thin Lizzy.
Cuando decidieron
grabar material propio cambiaron
su nombre y crearon
dos obras: All Hell Breaks Loose en 2013 y The Killer Instinct en
2015. Si te gustaban aquellos también te gustarán estos. Con solo
oír los primeros acordes de los temas Bound For Glory, Bloodshot o
Kingdom Of The Lost, que retoma las raíces celtas, ya sabrás de qué
va esto. Una propuesta divertida, fresca y honesta, de la que estamos
seguros que el mismísimo Phil Lynnot estaría satisfecho.
Recientemente pasaron por el Rock Fest de Barcelona (en formato Thin
Lizzy) dejando un buen sabor de boca.
Hurtsmile
(2011) y Retrogrenade (2014) de Hurtsmile. Indagar en qué habría
sido de Extreme, aquella banda que nos deslumbró en los 90, nos
llevó a saber qué había sido de su cantante, Gary Cherone. Tras la
disolución de Extreme y hacer una parada en la estación Van Halen
para grabar un disco con la mítica banda, inició este proyecto que
ha dado a luz dos grandes trabajos. El primero es más homogéneo, una
evolución más moderna del género al que nos tenía acostumbrados,
con riffs que recuerdan incluso a los sonidos de Rage Against The
Machine, como podemos comprobar en temas como Love Thy Neighbor. El
segundo se muestra más pensado, menos directo, aunque suene mucho
más a las composiciones de Gary Cherone junto a su media naranja en
Extreme Nuno Bethencourt como Sing A Song (My Mia) o Anymore (Don´t
Want My Love), en la que el vocalista se luce recordándonos que no
ha perdido ni pizca de calidad.
Book
of Shadows II de Zakk Wylde (2016). Intimista trabajo del que otrora fuera
el descubrimiento de Ozzy Osbourne y relevo de Jake E. Lee. Segunda
parte de algo iniciado 20 años antes y que se distancia mucho del
sonido al que nos tiene acostumbrado en su banda Black Label Society.
Guitarra acústica en mano como principal instrumento, la Bestia se
convierte en Bella para ir desgranando canción tras canción la
parte más sentimental y dulce del rockero. Destacaremos el solo de
guitarra de Darkest Hour, que bien vale medio disco por su intensidad
y porque posee un fraseo muy emotivo.
Ellipsis
de Biffy Clyro (2016). No nos equivocamos en este blog cuando presagiábamos
en 2013 que esta banda ya era el presente del rock internacional y
con la que el futuro del rock estaba asegurado. Tras la
apabullante intro Wolves Of Winter se despliega una lista de
emocionantes y grandísimas composiciones que llegan muy adentro: los
cambios de ritmo en Animal Style,
la lenta Re-arrange, la bailonga Flammable o la despedida cañera en
la edición Deluxe In the Name of the Wee Man.
¿Por
qué no pierdes un poco de tiempo conmigo?
¿Puedes
darte cuenta de que mi cabeza es un jodido carnaval?
Todo
lo que quiero sentir es una pequeña descarga química
Todo
lo que sé es que no pasará mucho tiempo
Te
comeré viva, solo soy un puto animal.
(Animal
Style)
Es
imposible escuchar este disco y no imaginarse un escenario con los de
Escocia encima
y el público en medio
de un descampado. Superar el listón colocado por su anterior
trabajo, el impresionante Opposites, era casi imposible. Pero aquí
está esta obra que a lo mejor no lo supera, que quizás suene un
poco más popera, pero igual de bien.
Back
to the Earth de Exxasens (2015). Un ejemplo más de banda de prog post rock español, como Jardin de la Croix o los
fantásticos Toundra, que tiene mucha más aceptación fuera de
nuestras fronteras, en países como Polonia, Francia o Rusia que en nuestra "querida madre patria". El disco se convierte en un
espacio de tiempo para disfrutar con melodías muy sugerentes que
trasladan a lugares oníricos, muy lejanos y que servirían
perfectamente para una BSO.
Hand.Cannot.Erase
de Steven Wilson (2015). El gurú del progresivo. Sin que nos haya dado
tiempo a empezar a catar su último disco 4 ½ y a sobreponernos de
felicidad de su anterior The Raven That Refused to Sing (And Other
Stories), nos hemos sumergido de lleno en esta obra maestra del mundo
progresivo en la que el genio de este género ha contado con la
participación de, entre otros, Guthrie Govan a las guitarras o Marco
Minnemann a la batería. Se trata de un todo de múltiples facetas,
de un trabajo lleno de matices de composición influenciado por
todas las facetas de este gran compositor. Temas llenos de nostalgia
y melodía como Hand.Cannot.Erase o Routine, propios de su aventura
israelí en Blackfield; otros como 3 Years Older en un auténtico
estilo progresivo; Ancestral o Happy Returns que recuerdan a sus
Porcupine Tree y su profundidad y elegancia; composiciones más
electrónicas y ambient como Perfect Life, más en la línea de sus
No-Man; Regret #9 es una monstruosa composición instrumental
capitaneada por dos solos (uno de teclado y otro de guitarra) que
hacen temblar de gusto a cualquier oído.
Algunos
críticos han dicho de esta obra que se acerca bastante a la idea de
composición y a la calidad musical de The Wall de Pink Floyd. El
tímido e introspectivo Wilson ha rechazado estas afirmaciones, no
cree que sea así, pero a este blog se le antoja una creación
bastante cercana a esos niveles.
California
Breed. Tras la pelea de gallos y ruptura de Black Country Communion
en 2013, Jason Bonham y Glenn Hughes ficharon a un jovencísimo
guitarrista llamado Andrew Watt para formar esta banda y crear su
homónimo disco en 2014, una obra que hace relamer a cualquier
seguidor de tremendos talentos. El sonido es un punto y seguido al de
BCC, quizás con un añadido de rock setentero y un diminuendo de
blues, con grandes composiciones rentabilizadas por la imperecedera
voz de Glenn Hughes como la rítmica Sweet Tea, la stoneana Spit You
Out o la desgarradora All Falls Down.
Hace
pocos meses Bonamassa y Hughes han fumado la pipa de la paz y BCC han
anunciado la vuelta a los estudios para 2017. Nos relamemos
nuevamente.
Blues
of Desperation de Joe Bonamassa (2016). Vuelta esperadísima del neoyorquino
al blues, a sus auténticas raíces, y retomar el rumbo que dejó
para aportar grandes cosas en otros lares. Eso sí, por nosotros
puede volver a escaparse más adelante otra vez. Es decir, que puede
ir y venir cuando quiera, que el rumbo que coja da igual, siempre
hace buen camino. El tipo entró al estudio y a los cinco días salió
con un disco debajo del brazo. Bueno, ¿y qué hay de nuevo en este
disco? Novedoso nada, simplemente suma nuevas y buenas composiciones
bluseras que se mueven entre lo más clásico como No Good Place For
The Lonely y el nuevo blues como Mountain Climbing. Todo lo demás es
de sobra conocido: buena voz y mejor guitarra. Pónganse una copa y
disfruten de How Deep This River Runs.
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