Herejía inicial:
manual para inexpertos. Llegar hasta el ecuador de nuestra vida oyendo a
nuestros músicos favoritos diciendo que una de sus principales influencias es
The Beatles y a gente con criterio musical decir una y otra vez “¿Tú has
escuchado a los Beatles?”, chirriaba en nuestra cabeza. Tanto que, como mínimo,
debíamos dedicarle algo más de atención. Pues bien, durante un largo tiempo hicimos
el repaso discográfico que se merecía y este es el resultado.
¿Conocemos realmente esta banda o solo sabemos de su trascendencia a
través de un reducido número de canciones, quizás no todas ellas las mejores?
Tomemos prestadas las palabras del gran Gene Simmons: “Cuando John
Lennon dijo que Los Beatles eran más populares que Jesús, tenía razón. Había
partes en el mundo donde la gente nunca había escuchado hablar de Jesús, pero
habían escuchado a Los Beatles”. ¿Qué comentarios podemos aportar sobre una banda que
lo ha significado todo en la historia de la música contemporánea? Nada más que
herejías.
Trabajos de
actualidad sincrónica pero sin trascendencia diacrónica. Los
primeros cuatro discos no van más allá de cualquier banda de rock n´ roll de la
época como The Yardbirds, The Monkees, The Turtles o The Kinks (los nombres
elegidos parecen provenir de la misma fuente de inspiración). Para nosotros,
los herejes, todo el sonido de esta época, exceptuando siempre algún que otro
tema, se resume escuchando el tema central de la película dirigida por Tom
Hanks, muchos años más tarde, The
Wonders, That thing you do! Sobre
esta etapa recogemos de nuevo una sentencia de Gene Simmons: “Si te fijas en
Los Beatles, no tienen nada original, pero cuenta con elementos de cierta
creatividad. El resto, lo pidieron prestado de aquí y de allá. Los Beatles son
una mezcla de Chuck Berry y Little Richard”.
Help! Todo sigue igual aunque ya se
va notando la intencionalidad de crear algo distinto en la canción homónima, o
con la influencia de Dylan en You've
Got to Hide Your Love Away. Sí, allí estaba también Yesterday.
El inicio del cambio: Rubber Soul.
Como reza el propio título, el soul brota por los acordes de este disco que
probablemente sea el primero en poder llamarse así. Es decir: se compuso como
tal y no como los anteriores, que eran recopilaciones de canciones sueltas.
Destacan temas como Drive my car o,
sobre todo, The Word, un corte sesentero
exquisito.
Pasemos
raya y prescindamos de esta época de la que hemos hablado. Queda fijada la segunda
herejía.
Revolver: el primer golpe. Lennon y
McCartney empezaban a rendir al máximo. Una obra considerada, con toda la razón, de las mejores
de su discografía, aunque contenga la ñoñada de Yellow submarine. ¿Por qué? Una cuidada producción en arreglos
llena de soul, rock ácido y los primeros toques psicodélicos, producto de la experimentación con drogas propias de la época. A la ya archiconocida, pero no por ello
inferior, Eleanor Rigby, se le suman
títulos como She said, She said, Tomorrow
Never Knows (con una sencilla línea de bajo pero endiabladamente
psicodélica) o el grito de guerra que nos abrió definitivamente la puerta a la
guarida del escarabajo: Got to Get You
into My Life.
Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band: tercera herejía. ¿Mensajes subliminales empapados de ácido o búsqueda de cinco pies al
gato por parte de impertérritos y aburridos críticos musicales? Un sonido
exquisito abandera una de las mayores influencias de la historia de la música, o
al menos eso dice la prensa especializada. Desde nuestro trono herético y con
intencionalidad descarada, saldaremos con un réprobo “no será para tanto”. ¿No
sobran canciones? Desde luego, no fueron rácanos y nos espetaron sin dudarlo la
muy roquera Sgt. Pepper's, Lucy in the
Sky with Diamonds o With a Little Help from My
Friends. Esta última,
como sucede con otras muchas canciones suyas, queda muy mejorada en la voz (y manos)
del sempiterno Joe Cocker.
No hay comentarios:
Publicar un comentario