domingo, 25 de octubre de 2015

Análisis catódico

16.41 horas


Por mi culpa. ¿Y ese niño, Antonia? (La 1 TVE). Producto patrio, rancio, con las archiconocidas y ñoñas coletillas; un sinfín de personajes que parecen todos el mismo y que se repiten hasta la extenuación cada temporada.

El apareamiento es un instinto natural. (La 2 TVE). El sonido de la selva, enigmático, balsámico, que enjuga el somnoliento momento de la mejor forma.

He recibido una oferta de trabajo para ser secretaria. (Antena 3). Supra citato en La 1 TVE.

Coordenadas confirmadas. Equipo Alfa en posición. (Cuatro). La acción siempre es un recurso al que se alude cuando no se tienen más ideas, aunque la mayoría de las veces es lo que se necesita.

Si ese señor me ha grabado sin yo saberlo, lo denuncio. (Telecinco). La razón de la sinrazón que a mi razón no satisface.

Han pasado 28 minutos desde su fuga y nadie se ha dado cuenta. (La Sexta). El vomitorio de información descontrolada de una investigación atropellada por querer llegar antes que nadie.

Pues si no la tenemos al amanecer, cojo todo lo que pueda y me largo. (Televisión Canaria). Dos tiros que se escapan cada cinco minutos rozando las cabezas de los que están al fondo de la barra y de los que están en el sofá en casa.

La primera vez que entré en el vestuario de los Knicks fue algo alucinante. (Canal +). Saber sobre lo que ningún espectador ordinario quiere saber siempre es atractivo y seductor.



22.50 horas


No es un león, es un guepardo bastante grande. Matarlo no sería una gran hazaña. (La 1 TVE). Aquí hay algo que no casa: o la hora, o la temática, o la desgana. ¿Quizás la propia cadena?

Ahora tienes que decirme algo al oído. Eres lo más importante que me ha pasado. (La 2 TVE). El cine sugerente siempre se sirve en platos calientes, aunque sean de precios baratos.

Y esta semana sube dos posiciones. Y es justo. Lo que estás haciendo es muy bueno. (Antena 3). Rienda suelta a la representación del arte actual basado en copias mediocres de éxitos dudosos de antaño.

Un producto que elimina las manchas el doble de rápido que otras marcas. (Cuatro). Imprescindible, el recurso más importante del género televisivo.

Le pido perdón por todo lo que dije sobre ella. Por lo menos, no lo reitero. (Telecinco). Donde dije digo, digo Diego, que uno tiene sus errores. ¿Quién no denuncia a otro de los malos actos cometidos por nosotros mismos? Ah, ¿no? Entonces usted no es español.

Los ciudadanos me han votado porque soy independiente y eso es lo que voy a seguir siendo. (La Sexta). Continúa el periodismo trepidante de investigación. Volveremos a hacer la misma pregunta hasta que se canse y diga lo que queremos oír.

Cuando llega el mes de octubre, llega el mes de honrar a la virgen, la virgen del Rosario. (Televisión Canaria). Dirigido a la mayoría de los telespectadores empecinados en que lo autóctono es la presentación hortera de programas cutres con fórmulas de TVE de los años sesenta, digo noventa, digo 2015.

Bienvenidos una noche más. Tenemos hora y media para hablar de todo el fútbol. (Canal +). Más tiempo dedicado a lo que pasa fuera de las líneas de cal que dentro del rectángulo. ¿Será también un nuevo tipo de periodismo de investigación? Que lo mismo te comentan un partido que te entrevistan a Abu Bakr al Baghdadi.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Del púrpura intenso al blanco serpiente

El último disco de Whitesnake podrá ser criticado por no ser un disco de nuevas canciones. Hasta ahí todo correcto. Pero dos hechos son indudables.

El primero es que ha despertado en muchos algunos recuerdos (olvidados o en barbecho) y en otros tantos ha abierto la posibilidad de conocer y acercarse a la obra de una de las mejores bandas de la historia del rock: Deep Purple. La banda precursora de varios subgéneros del rock, la banda más ruidosa del mundo, la primera banda de rock en tocar junto a una orquesta, la primera en traspasar el Telón de Acero en plena Guerra Fría, la primera que usó una aeronave propia para trasladarse a un concierto, la banda que grabó y difundió la primera película de un concierto musical de larga duración...

Mural de David Coverdale en Bulgaria

El segundo hecho es volver a poner una vez más en el panorama mundial a otra banda que comanda y dirige el frontman David Coverdale, quien ha comenzado en mayo de este año una demencial gira de 82 actuaciones (prácticamente, una cada noche) por EEUU, Japón y Europa, que finalizará en diciembre (de momento). La idea es promocionar este lanzamiento que rememora momentos mágicos de la historia del rock con mayúsculas y sumar a estas actuaciones los ya clásicos de la banda de la serpiente blanca.

El resultado de esta obra (The Purple Album) es una revisión, a modo de "Greatest Hits", de la etapa del inglés como cantante de los Purple. Probablemente no haya ningún tema que destaque sobre el original, pero sí que la elección está hecha a conciencia y la instrumentación, más la actual voz desgastada de Coverdale, aporta matices diferentes que son muy bien recibidos. En efecto, la voz del de Yorkshire ya no es la misma pero, teniendo en cuenta que el instrumento de la voz es el único que se desgasta con el tiempo, aún sigue conservando detalles de antaño.

Centrémonos y veamos a qué etapa de la larguísima y cambiante vida de los Purple nos referimos.

Hacia 1973 la grandiosa banda pasaba por unos momentos tortuosos: la lucha de egos se había acrecentado y Ian Gillan no estaba por la labor de continuar el camino marcado en ese momento por el superego de Ritchie Blackmore. La marcha de Gillan llevó aparejada la de Roger Glover. Se descomponía la famosa y mejor alineación de Deep Purple, más conocida como "Mark II". La banda se completaba con los pesos pesados Ian Paice y el tristemente desaparecido Jon Lord. Un plantel que parecía irreemplazable, en el que la suma de sus partes era tan asombrosa como el resultado del todo.

Mark II

¿Quiénes serían capaces de ocupar esos puestos? Glenn Hughes (en Trapeze en aquel momento) era perfecto para el puesto por su versatilidad: tocaba extraordinariamente el bajo y poseía una gran voz cargada de rock y de soul. El objetivo era buscar a alguien que se fundiera a la perfección en ese telón de fondo. Al mismísimo Paul Rodgers le temblaron las piernas cuando se lo propusieron y no pudo aceptar. David, un chico que vendía pantalones en una boutique y al que le gustaba esto del rock, había enviado una defectuosa demo al anuncio que los miembros de Deep Purple habían publicado buscando vocalista. Sorprendentemente, David fue elegido. Jon Lord argumentó que en aquella grabación "había cinco segundos en los que su voz se elevaba y demostraba algo". Así es, esa es la virtud de Coverdale, una voz llena de rock y mucho blues, una voz que en un imperceptible espacio de tiempo pasa del susurro al aullido, como una bendición.

Mark III

La complementación entre Coverdale y Hughes fue perfecta. Se subieron al escenario y la química empezó a funcionar. Más de 260000 personas, que se dice pronto, se reunieron en California para ver la nueva alineación. Y cayeron rendidos ante el embrujo.



Se había armado la "Mark III", una formación que grabó, pese a quien le pese, dos grandes discos: Burn y Stormbringer, ambos de 1974. Quizás no sean las mejores obras de los Purple, pero ahí quedaron registrados temas tan importantes en su trayectoria como Burn, You Fool No One, Mistreated, Stormbringer o Soldier Of  Fortune (canción con la que Coverdale suele acabar a capella sus espectáculos). Después de estas grabaciones, el ínclito Blackmore huyó espantado por la dirección musical que tomaba el grupo. Su ego no podía soportar la intromisión en el protagonismo que estaba perdiendo: demasiado blues, soul y funky para él.

Todo el mundo pensó que la banda se desmembraría sin la presencia del "jefecito", pero no fue así. Aún hubo tiempo para formar la "Mark IV",  junto al malogrado Tommy Bolin, y grabar Come Taste The Band, un trabajo mucho más comercial que los anteriormente realizados, pero con muchísima calidad. Prueba de ello fueron los éxitos Comin´ Home, Lady Luck o la erizante You Keep On Moving.



Pero la adicción a la heroína del jovencísimo Bolin no era compatible con el rendimiento en el escenario y el castillo de naipes se fue cayendo. El resto de miembros ya lo sabía y empezaron a preparar sus proyectos por separado. David Coverdale comenzaría una nueva carrera, al principio un tanto irregular e impulsada por la inercia de su paso por Deep Purple. Cuando por fin tomó el rumbo adecuado y aclaró hacia dónde se dirigía, la constancia y el empecinamiento le depararon grandes éxitos en el futuro, aunque no le faltaron las piedras en el camino.


Pero esa es otra historia.