viernes, 24 de agosto de 2012

Matando al dragón


Todavía recuerdo el sms de un amigo dándome la odiosa noticia. El padrino del heavy metal, la voz del arco iris se había callado. Ronnie James Dio ha muerto, descanse en paz. Desde ese momento he querido hablar sobre una carrera musical que alcanzó casi 60 años, pero durante dos años me ha podido el pudor. Hasta hoy. Darlo a conocer para los que no sabían de él y homenajearlo para los que ya lo disfrutábamos es mi modesta intención.



En los años 50 ya tocaba el bajo y la trompeta en bandas de música pop, soul,  rhythm and blues e incluso du duá. Elf fue la banda de blues y rock con la que empezó a destacar en los 60, donde cantaba y tocaba el bajo.



Miembros de Deep Purple  vieron tocar en directo a Elf, se quedaron impresionados, se ofrecieron a producirles un disco y los invitaron como teloneros de su gira. Roger Glover (bajista de Deep Purple) le pidió a Dio que cantara en su disco en solitario junto al guitarrista Ritchie Blackmore. Este lo reclutaría más tarde para sus Rainbow, banda con la que grabaría cuatro discos, dejando algunos clásicos del rock como Long live rock and roll, Kill the King o The man of the silver mountain.

Si no quieren ver la introducción a la canción dejen pasar hasta 00:58 minutos.


Fue él quien popularizó el símbolo del heavy metal, la mano cornuta o mano sacando cuernos, heredado de su abuela de origen italiano que solía curarle el mal de ojo y alejar los malos espíritus con ese signo. Se trata de una expresión cómplice desde el punto de vista musical, posteriormente deformada por surfistas y algún que otro futbolista.


A finales de los 70 y principios de los 80 entra a formar parte de la banda que inventó el heavy metal, Black Sabbath. Sustituye a Ozzy Osbourne, el loco inglés adicto a todo tipo de drogas y al alcohol, quien amenazó de muerte a Dio si se atrevía a cantar sus canciones. En fin. Sabemos que Ozzy siempre será el eterno vocalista de los Sabbath, pero sin duda Dio introdujo calidad y técnica al grupo. De esta etapa salen cuatro discos. Live evil es considerado por los críticos como uno de los mejores álbumes en directo de todos los tiempos, Heaven and Hell es considerado uno de los mejores discos de la banda y el Mob Rules, para mí el mejor álbum.
Convertido ya en una estrella y respetado por todos, decide emprender una carrera en solitario que arrasaría en los 80 y planearía en los 90. El pequeño elfo había abandonado las fantásticas cuevas de la Tierra Media para adentrarse en un fascinante periplo.
A finales de los 80 un amigo y yo intercambiamos durante una semana unos casetes: yo le di el Live in the raw de WASP y él me dejó el Intermission de Dio, un disco en directo (un tanto cortito) que me atrapó desde el primer momento. Casi se lo devuelvo rayado. Inolvidable el sonido del teclado en Rainbow in the dark.


En 2007 se reúne con sus antiguos amigos de Black Sabbath, pero esta vez denominados Heaven and Hell, para girar dos años por todo el mundo. Esta gira acabaría con la grabación en 2009 de un grandioso disco, The Devil You Know, justo el mismo año en que le detectaron un cáncer de estómago, el dragón al que tenía que matar en la realidad. No lo consiguió porque los seres creados para la música se vuelven imperecederos y Dio nunca permitiría que atentasen contra los héroes.
Esta fue su última actuación en vivo, visiblemente afectado por la enfermedad pero sin perder ápice de profesionalidad.


Tras el lanzamiento del We are the world del proyecto USA for Africa en 1985, el mundo del metal decidió aportar su propio granito de arena. El capitán del barco no podía ser otro: Ronnie James Dio. Y el elenco de marineros que remaban en este barco no tiene desperdicio. El proyecto se denominó Hear n´Aid y la canción creada para la ocasión Stars. Una estrella que nació y vivió para la música, una estrella eterna que además de brillo tiene voz, una voz que nunca se apagará.
Some time in the night / When you´re feeling the cold / Take a look at the sky above you / Those are faces in the light / If the story were told…


miércoles, 15 de agosto de 2012

Who wants to live forever?


¿Quién no ha pensado alguna vez en vivir para siempre? ¿En ese deseo humano de inmortalidad? ¿Sería fantástico o con el tiempo se convertiría en un aburrimiento? La historia de la humanidad está plagada de leyendas y mitos sobre el asunto, desde la antigua Grecia hasta nuestros días. Nadie puede hacer algo para siempre, porque en ese camino se encontraría inevitablemente con la soledad. Gran parte de la travesía la haríamos en solitario. Pero el tiempo pasa y reemprendemos otro nuevo trayecto.

Soy de los que opinan que sería interesante probar la experiencia, aunque la sociedad siempre se ha empeñado en transmitirnos la idea de que todo tiene que acabar. ¿Herencia de la moralidad religiosa o autocomplacencia y resignación humana?

Como quiera que sea siempre nos queda, y nadie puede arrebatárnosla, la posibilidad de soñar. Eso sí es un regalo inmortal. El cine no ha sido ajeno a esto. Los Inmortales (Highlander) es una película que marcó muchas adolescencias de los 80 e hizo un doblete onírico perfecto: cine y música.


Del amanecer de los tiempos venimos. Hemos ido apareciendo silenciosamente a través de los siglos hasta completar el número elegido. Hemos vivido en secreto luchando entre nosotros por llegar a la hora del duelo final, cuando los últimos que queden lucharán por el premio. Nadie jamás ha sabido que estábamos entre vosotros...
... hasta ahora.

Después de esta entrada recitada por el inconfundible doblaje de Sir Sean Connery, suenan los primeros acordes power metal de Princes of the Universe:
Here we are, born to be kings.
We´re the princes of the universe.
Here we belong, fighting to survive.



Simplemente con eso ya merece la pena quedarse a disfrutar.

Unos efectos especiales que hoy nos pueden quedar un poco arcaicos o rudimentarios. Una versión española (el doblaje) con un sonido accidentado (dan ganas de aprender inglés). Un revólver que se mete en la segunda gaveta (o cajón) y luego se recoge de la primera. Unos impactos de bala procedentes de una ametralladora nazi que se cuelan en el cuerpo del protagonista con un ajuste de cámara errático. Todos ellos pueden ser gazapos que solo detectamos los que hemos visto la película muchas veces. Y aun así y pese a todo, es una película que nos hace sentir, soñar, que nos emociona y disfrutamos. La fotografía y los paisajes hacen que nos olvidemos de todo.

La banda sonora corre a cargo de Queen, A kind of magic. Un disco épico que viene a redondear el film y que nos hace recordar aquel mítico concierto en Wembley, en el que los técnicos de sonido tuvieron problemas para evitar que Mercury reventase los amplificadores. Esto sí que vivirá para siempre.



Si no quieren que desaparezca la magia, ni se les ocurra ver las secuelas. ¿Por qué a veces se empeñan los de la industria del cine en continuar algo que no tiene continuación? Utilizando la frase central de la película y en relación con el resto de la saga: “Solo puede quedar una”. El resto “es mejor que se queme y desaparezca en el infierno”.

domingo, 5 de agosto de 2012

De una mente ebria y un corazón sobrio


Hace mucho tiempo pasaba delante de una librería y leí el título de un libro que colgaba en el escaparate (La máquina de follar, de un tal Ch. Bukowski). 


Me pregunté quién era ese tío que publicaba un libro con semejante texto impreso. Y fue tanta la curiosidad que me lo acabé comprando. Y desde ahí no paré hasta leerme unos ocho o diez libros suyos. Un viejo borracho que contaba historias pseudorreales oculto bajo su alter ego Chinaski. “Un poeta a prueba de balas” que jugaba a morirse de hambre. Pero un día una de esas balas perforó su alma endiablada y se nos fue justo el día de mi cumpleaños: ¿un guiño del viejo perro? Eso me pareció cuando abrí el periódico y me encontré con la noticia. Mi respuesta fue dada un par de meses más tarde:

TE FUISTE, CHINASKI
Perdona por el retraso, Charles,
en atender a tu llamada de atención.
Ya sé que estabas viviendo al borde del precipicio,
pero me has decepcionado,
“te has ido a defecar a otro lado”
¡ahora que te estaba conociendo!
Por tu fétida prosa han pasado a verte los ebrios personajes
cantando a tu antihumanismo
aunque, por tu parte, erudito y dominador eres
de las calles y la mala vida.
¿Dónde comprarás un vino barato ahora?
O lo que es lo mismo,
¿qué leeré por las noches cuando termine de leerte?
¿Continuarás rascándote los sobacos y no tus axilas?
¿Quién continuará tu triangular escritura fálica?
No cambies, nauseabundo borracho, o te morirás de nuevo.
¡Hasta la vista Bukowski!
¡Hasta mañana por la noche, Chinaski!




Muchos artistas actuales están influenciados por este escritor undergroundEste fue uno de los muchos homenajes que les ofrecieron los bandoleros del rock n´roll.